A arquiteta aprendiz e o conhecimento encarnado: notas para pensar as implicações do corpo como lócus da aprendizagem na formação em arquitetura e urbanismo

Abstract

The doctoral thesis discusses the place of the body in architecture and urban planning teaching as it considers that learning is inseparable from the bodily experience lived by those who learn and the possibilities for self-transformation promoted by these experiences. In order to think about bodies, affections, experiences, and knowledge, I take precious concepts from Michel Foucault, Baruch de Espinoza, and Jorge Larrosa as philosophical guides. The body is the locus of knowledge construction, where this knowledge is the greatest of affections, and these come about through encounters. From a pedagogical point of view, I base my argument on Paulo Freire’s and bell hooks’s scholarships, in which education and learning are loving and involved acts that require the shared construction of mutual care and states of presence. To this loving ethic, I add Luiz Rufino’s grounded speeches in an attempt to guide us through a situated dialogue. Based on these provocations, I approach apprenticeship as a process in which the subjects constitute themselves as they encounter other bodies while constituting the other and the world. Architecture is thus assumed to be an embodied subject, equally capable of affecting and being affected. I base my research on pedagogical experiments with corporeality as a constituent device. I point to learning possibilities through encounters in the body, time, and territory, where students and teachers constitute bodies in flux, blurred, desiring, and, therefore, learners.

RESUMEN. La tesis discute el lugar del cuerpo en la formación de arquitectos y urbanistas, en la medida en que considera que la condición para el aprendizaje es inseparable de la experiencia corporal vivida por quien aprende, así como de las posibilidades de auto-transformación promovidas por esas experiencias. Para pensar cuerpos, afecciones, experiencias y saberes, toma como guía filosófica conceptos de Michel Foucault, Baruch de Espinoza y Jorge Larrosa. Para ellos el cuerpo es el locus de la construcción del conocimiento y este conocimiento es la más importante de las afecciones que surgen a través de los encuentros. Desde el punto de vista pedagógico, esta disposición se articula a partir del pensamiento de Paulo Freire y bell hooks, donde la educación y el aprendizaje son actos amorosos e implicados que requieren la construcción compartida de estados de presencia y cuidado mutuos. A esta ética amorosa, sumamos los discursos fundamentados de Luiz Rufino en un intento de movernos a un diálogo situado. A partir de estas provocaciones, la formación se plantea como un proceso en el que el sujeto se constituye a sí mismo al encontrarse con otros cuerpos, y también constituye al otro y al mundo. Así pues, también la arquitectura se asume como un cuerpo otro, capaz tanto de afectar como de ser afectado. La investigación se basa en una serie de experimentos pedagógicos que tienen la corporeidad como dispositivo constitutivo y apuntan a posibilidades de aprendizaje a través de encuentros situados en el cuerpo, en el tiempo y en el territorio, donde los estudiantes y también los profesores constituyen cuerpos en flujo, desdibujados, deseantes y, por lo tanto, en aprendizaje.