A economia solidária como estratégia de resistência ao capital : considerações sobre as experiências da agricultura familiar na Paraíba

Abstract

The solidarity economy is a set of production, commercialization, consumption, credit and service initiatives that operate on the principles of cooperation, self-management and solidarity. Economic goals are achieved by strengthening personal ties, improving the living conditions of those who work and caring for the environment. In the current system of production, labor relations are shaped to guarantee the acquisition of profit, so the capitalist mode of production determines the formation of territories. From this perspective, one can conceive of socio-spatial formation and transformation based on the constitution of solidarity networks of production and distribution. In Brazil, since the 1980s, there has been a significant advance in the solidarity economy. Its dissemination resulted in the creation of a public institutional structure that consolidated the agendas of the solidarity economy movement in the country, directing public policies and giving the activity visibility and relevance. The National Secretariat for Solidarity Economy diagnosed the solidarity economy in Brazil by carrying out two mappings. It was found that solidarity-based economic ventures are found in almost half of Brazil's municipalities, involve more than 1.4 million workers and that the majority of initiatives are in the Northeast and operate in rural areas. In Paraíba, the solidarity initiatives are predominantly from family farming, a vital sector for national agricultural production, for the country's food security and for the formation of peasant territories. In this sense, this work sought to understand how the solidarity practices adopted by the Paraiba family farming sector have transformed local territories and contributed to the strategy of resistance to capitalist accumulation. In order to achieve this objective, a thorough bibliographical and documentary survey was carried out, as well as field research consisting of semi-structured interviews with public managers who implement public policies on the solidarity economy in Paraíba and with family farmers. The results show that the solidarity economy remains a concept under construction, with consensus and divergence at both the theoretical and practical levels. With regard to public policies for the solidarity economy, there was a setback between 2016 and 2022, caused by the dismantling of the national public apparatus to support solidarity practices, which was re-established in 2023. In Paraíba, the instruments of action were maintained and the secretariat responsible for the solidarity economy expanded the number of public support facilities. For family farming, the Food Acquisition Program will continue to be implemented in the form of Simultaneous Donation Purchases, as well as emergency and institutional purchases and support for agro-ecological fairs. It was also concluded that both the solidarity economy and family farming adopt strategies of resistance, and the search for emancipation through work and agro-ecological production are practical examples of contesting the capitalist way of reproducing survival. The search for emancipation through work and agroecological production are practical examples of contesting the capitalist way of reproducing survival. Finally, in the speeches of the research subjects, it can be seen that they recognize not only the relevance of the activity they carry out, but also the social place they occupy, elements that denote the struggle and resistance present in the process of peasant reproduction.

RESUMEN La economía solidaria es un conjunto de iniciativas de producción, comercialización, consumo, crédito y servicios que funcionan según los principios de cooperación, autogestión y solidaridad. Los objetivos económicos se logran por el fortalecimiento de los lazos personales, mejorando las condiciones de vida de quienes trabajan y cuidando el medio ambiente. En el actual sistema de producción, las relaciones laborales se configuran para garantizar la obtención de beneficios, por lo que el modo de producción capitalista determina la formación de territorios. Desde esta perspectiva, se puede concebir la formación y la transformación socioespacial a partir de la constitución de redes solidarias de producción y distribución. En Brasil, desde los años 80, se ha producido un avance significativo de la economía solidaria. Su difusión resultó en la creación de una estructura institucional pública que consolidó las agendas del movimiento de economía solidaria en el país, orientando las políticas públicas y dando visibilidad y relevancia a la actividad. La Secretaría Nacional de Economía Solidaria realizó un diagnóstico de la economía solidaria en Brasil mediante la realización de dos mapeos. Se constató que los emprendimientos económicos solidarios se encuentran en casi la mitad de los municipios brasileños, implican a más de 1,4 millones de trabajadores y que la mayoría de las iniciativas se encuentran en el Nordeste y operan en zonas rurales. En Paraíba, las iniciativas de solidaridad proceden predominantemente de la agricultura familiar, un sector vital para la producción agrícola nacional, para la seguridad alimentaria del país y para la formación de territorios campesinos. En este sentido, este trabajo buscó comprender cómo las prácticas solidarias adoptadas por el sector de la agricultura familiar en Paraíba han transformado los territorios locales y contribuido a la estrategia de resistencia a la acumulación capitalista. Para alcanzar este objetivo, se llevó a cabo un minucioso estudio bibliográfico y documental, así como una investigación de campo consistente en entrevistas semiestructuradas con gestores públicos que implementan políticas públicas de economía solidaria en Paraíba y con agricultores familiares. Los resultados muestran que la economía solidaria sigue siendo un concepto en construcción, con consensos y divergencias tanto a nivel teórico como práctico. En cuanto a las políticas públicas para la economía solidaria, hubo un retroceso entre 2016 y 2022, causado por el desmantelamiento del aparato público nacional de apoyo a las prácticas solidarias, que se restableció en 2023. En Paraíba, se mantuvieron los instrumentos de actuación y la secretaría responsable de la economía solidaria amplió el número de servicios públicos de apoyo. Para la agricultura familiar, permanece la ejecución del Programa de Adquisición de Alimentos en forma de Compras con Donación Simultánea, así como compras de emergencia e institucionales y apoyo a ferias agroecológicas. También se llegó a la conclusión de que tanto la economía solidaria como la agricultura familiar adoptan estrategias de resistencia, y la búsqueda de la emancipación a través del trabajo y la producción agroecológica son ejemplos prácticos de impugnación del modo capitalista de reproducir la supervivencia. Finalmente, en los discursos de los sujetos de investigación, podemos ver que reconocen no sólo la relevancia de la actividad que realizan, sino también el lugar social que ocupan, elementos que denotan la lucha y resistencia presentes en el proceso de reproducción campesina.