Língua portuguesa nos anos iniciais do ensino fundamental: concepções de linguagem presentes na Base Nacional Comum Curricular e na proposta curricular do estado da Paraíba

Abstract

La enseñanza de la Lengua Portuguesa en Brasil ha estado orientada por diversas corrientes teóricas, entre las cuales se destacan: el lenguaje concebido como expresión del pensamiento, como instrumento de comunicación y como proceso de interacción (Geraldi, 1984). Cada una de estas perspectivas fundamenta tanto las prácticas pedagógicas como las intervenciones docentes, en la medida en que establecen concepciones diferenciadas acerca de los enfoques teóricos y didácticos relativos a la oralidad, la lectura y la escritura en el contexto escolar. En este sentido, considerando que la concepción del lenguaje como proceso de interacción fue explícitamente adoptada por la Base Nacional Común Curricular [BNCC] (Brasil, 2017) y por la Propuesta Curricular del Estado de Paraíba [PCEP] (Paraíba, 2018), emerge la siguiente problemática: ¿de qué manera tales documentos oficiales orientan la enseñanza de la Lengua Portuguesa en los primeros años de la educación primaria y qué concepciones de lenguaje y de enseñanza se encuentran implícitas o explícitas en dichas directrices? El objetivo de la presente investigación consistió en identificar, en las habilidades de enseñanza de la Lengua Portuguesa previstas en la BNCC y en los Objetivos de Aprendizaje de la PCEP para los años iniciales de la educación primaria, las concepciones de lenguaje que sustentan dichas propuestas. Para el logro de este propósito se llevó a cabo una investigación de carácter cualitativo, con un enfoque interpretativo, a partir de la técnica de análisis documental. Los resultados evidenciaron que ambos documentos contemplan orientaciones vinculadas a las tres concepciones de lenguaje inicialmente mencionadas, y no únicamente a aquella declarada como adoptada por ambas instancias. Por un lado, se destacan prescripciones ortográficas y gramaticales de carácter normativo, así como la orientación hacia prácticas pedagógicas que remiten a un modelo mecanicista de enseñanza, centrado en la memorización y en la codificación y decodificación de signos lingüísticos. Por otro lado, se constató también la valorización del lenguaje como acción interactiva, atribuyendo al texto un papel central en el proceso de interacción mediante los géneros discursivos en uso social.